La nicotina es una sustancia estimulante, pero la mayoría de los fumadores creen
que el fumar les relaja, pero en realidad es porque calma la ansiedad provocada
por la falta de nicotina en el cuerpo (un síntoma del síndrome de abstinencia).
Desde el momento que un individuo se convierte en un fumador habitual, los
componentes tóxicos del humo del tabaco comienzan una lenta pero infatigable
labor.
Un gran número de enfermedades, en diversos sistemas de nuestro organismo,
resultan provocadas o favorecidas por el tabaquismo.
Aparecen, en un principio, esas "pequeñas" señales de alarma a
las que el fumador se habitúa a pesar de que van progresivamente mermando su
calidad de vida (cansancio, tos, expectoraciones, etc...). Son el principio de
unos efectos negativos de los que se pueden destacar estos:
- Fatiga
prematura.
- Mayor riesgo
de anginas.
- Aumento de
constipados.
- Tos y
expectoraciones.
- Pérdida de
apetito.
- Alteraciones
del ritmo del pulso.
- Color
amarillento de los dedos y dientes.
- Mal olor que
se desprende de la boca y del aliento ¿Qué
- ¿Qué efectos
produce?
- ¿Qué riesgos
provoca?
- Consejos para
padres
- Consejos para
jóvenes
- Consejos para
educadores
- Test de
Fagerström de dependencia de la nicotina
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