El nuevo perfil del consumidor coincide con el de
una persona que puede estar bien integrada en su entorno, que participa de un estilo de vida y de unos patrones
culturales. Y que piensa que "controla".
Los efectos no son tan visibles como antes; las
apariencias y los problemas son otros. Pero no es verdad que esta nueva forma
de consumo haya eliminado el riesgo; solo lo ha hecho diferente. El reto de la
prevención
Prevenir implica actuar para disminuir el número
de personas que tienen problemas con las drogas, para que éstos sean menos graves, para evitar las
posibles secuelas. Obviamente, prevenir exige anticiparse a los problemas,
actuar cuanto antes.
Por eso hablamos de una prevención dirigida a niños y adolescentes, en la
que el papel de la familia y de
la escuela es fundamental: porque son los espacios en los que prioritariamente
se educa, se ayuda a crecer y a construir personalidades más seguras,
más libres y más responsables.
No hay que esperar a la adolescencia para
empezar a prevenir. Lo más
importante es tener un conocimiento real de lo que son las drogas, estar
convencido de sus consecuencias negativas y acompañarlo del ejemplo personal.
Hablemos en los centros de salud
Desde el programa Hablemos de drogas, ponemos a disposición de los
profesionales de la salud información sobre las drogodependencias y los efectos
de las drogas, así como las herramientas necesarias para abordar esta
problemática desde la atención primaria y facilitar la relación con los
enfermos yo las familias afectadas. Alcohol
El alcohol es la
denominación común del etanol y
se puede considerar como un producto psicoactivo con acción reforzante
positiva, capaz de crear dependencia
psicosocial y adicción, que presenta tolerancia y que ocasiona
importantes efectos tóxicos en el organismo tras su ingestión.
La Organización Mundial de
la Salud lo considera una droga
causante de dependencia que además está altamente institucionalizada.
El alcohol etílico o etanol,
que se consume bajo forma de bebidas alcohólicas se obtiene por fermentación anaerobia de los hidratos de carbono;
si bien por medios naturales no se obtienen concentraciones superiores al 16 %
mediante destilación se alcanzan concentraciones superiores. Cuando se habla de
grados (graduación) de una determinada bebida alcohólica, se hace
referencia al volumen de alcohol puro
que contiene dicha bebida, expresado en porcentaje. El grado de alcohol
es, pues, el porcentaje de alcohol puro que hay en 100 ml de la bebida.
Normalmente se indica con el símbolo º. Así, por ejemplo, un vino de 12 grados
contiene 12 ml de alcohol puro por cada 100 ml de
vino: 12º.
A mediados de los años 80 la
técnica de producción de cocaína base en forma sólida, denominada crack
mediante extracción con bicarbonato
sódico, ha permitido su distribución a bajo precio. Cuando se calienta en una pequeña pipa, los
vapores producidos se inhalan, provocando una "subida" breve pero muy
intensa.
La
cocaína y el crack son las sustancias más adictivas encontradas hasta la
actualidad. La dependencia se produce rápidamente, quizás en días y
con toda seguridad en semanas. Los
usuarios pueden administrarse la droga continuamente durante varios días, sin
comer ni dormir. La enorme disponibilidad que supone la introducción del
crack y su bajo precio, junto con la facilidad para provocar la dependencia ha
aumentado los problemas causados por esta sustancia en todos los estratos de la
sociedad, principalmente en zonas deprimidas de áreas urbanas.
El efecto inmediato
de la cocaína es una "subida" o euforia, que puede durar algunos
minutos, en dependencia de la forma de administración y de la dosis. El efecto
tardío es una "caída" o depresión con búsqueda de más sustancia.
Durante el período de uso regular, el individuo se torna susceptible e
irritable. Dosis altas pueden llevar a alucinaciones o manías persecutorias, aunque
esto es más frecuente con estimulantes de acción prolongada, como las
anfetaminas.
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